Por: Larry Ormeño
Vienen
a mí los recuerdos de niño, cuando era testigo de las grandes faenas populares que
realizaban los vecinos del pueblo joven John F. Kennedy, faenas populares que
lideraba nuestro alcalde de ese entonces, siempre en compañía del sacerdote
jesuita Padre Santiago Vallebuona.
Faenas
populares, que se realizaban los sábados y domingos, en la construcción de los
malecones de Kennedy, en la construcción de la Iglesia y entre otras infraestructuras
en beneficio del barrio; nuestros padres se encargaban de realizar las mezclas
de cemento para el techado, las madres en preparar los refrigerios, y los niños
nos encargábamos de repartir dichos refrigerios.
Recuerdos
que al ser leído, traerán sentimientos de melancolías a pobladores de Miramar,
Alto Ilo, que también vivieron esas lindas experiencias donde se forjaban un
futuro provisorio en nuestro puerto de Ilo.
Faenas
populares que se realizaban porque la comuna ileña, entendía que la unidad del
pueblo era la base para construir
nuestra ciudad, en esos tiempos no existía el canon minero, y la comuna sobrevivía
con los escasos impuestos de la población y de los mínimos recursos que provenían
del gobierno central, por tal motivo se entendía que el desarrollo de Ilo era
tarea de todos y todas.
Siempre
mencionamos las gestiones del Médico Julio Díaz Palacios y Ernesto Herrera,
hombres de izquierda que siempre serán recordados por que iniciaron el
verdadero desarrollo de Ilo, dejándonos el primer Plan de desarrollo de nuestra
ciudad; a pesar de los errores que hubo con la última gestión del recordado
Alcalde Ernesto Herrera Becerra, quien dejó abandonada la Municipalidad de Ilo,
por irse al Congreso de la República abandonando a su suerte el municipio, y
recayendo tremenda responsabilidad, en su primer regidor que no vale la pena
mencionarlo, porque quedo en el olvido como si nunca hubiera dirigido el
municipio de Ilo, ya que no tenía ninguna visión de gestión municipal y solo
sobrevivió los días de gestión que quedaba al frente del municipio.
Jorge
Mendoza Pérez, siendo Bachiller en Ingeniería, cuando ingresa a la
municipalidad de Ilo, no tuvo que crear nada, los gobiernos de izquierda que le
antecedía, le dejaron las bases que se constituía en un Plan de Desarrollo de
nuestra Ciudad, y que solo tuvo que ejecutarlo, encontró a un personal
municipal de funcionarios especialistas y con gran experiencia en gestión
municipal, y como municipio éramos una referencia nacional en participación
ciudadana, por la implementación del Presupuesto Participativo, la creación de
los comités de vigilancia, entre otras novedades.
Y para
la buena suerte del ex alcalde Jorge Mendoza Pérez, quién se encontró con una
caja municipal repleta de dinero, gracias al CANON MINERO, con lo que se le
hizo fácil su gestión municipal populista y solo tuvo que seguir la ruta del
Plan de Desarrollo elaborada entre las dirigencias de bases y las gestiones
municipales de esos años.
Pero
la presencia del canon minero, cambio la perspectiva de visión de nuestra
ciudad, aquella ciudad donde teníamos una población unida, donde los locales
comunales eran los espacios públicos de debates entre vecinos donde reinaba la
tolerancia y el respeto a las ideas y propuestas de los demás ciudadanos; pero
hoy todas esas prácticas democráticas se han perdido, vemos dirigentes que a la
vez son trabajadores de la municipalidad, que demuestran intereses a favor de
la gestión municipal para poder seguir manteniendo sus puestos de trabajo, la
de ellos y la de sus hijos, se vienen realizando malas prácticas dirigenciales,
y toda esta prostitución dirigencial, la creo la gestión de Jorge Mendoza Pérez, hoy sentenciado por el
delito contra la administración pública en la modalidad de colusión impropia.1
Pero
estas malas prácticas de la manipulación de las dirigencias barriales, se han
mantenido e incluso fortaleciéndolas, con esta gestión del Profesor Jaime
Valencia “FOSFORITO”; quien decepciona las esperanzas de la población de poder
volver a tener una gestión honesta, transparente y democrática.
Pero
quienes hemos conocido a fosforito, un profesor líder, que se ganó el respeto y
cariño de varias generaciones que fueron sus alumnos, y hoy padres de familia,
lamentamos que su prestigio se haya ido por la cloaca, unos dirán que su
desprestigio fue porque el poder lo cegó, y como otros creemos que su pésima
gestión fue por error de confiar ciegamente en funcionarios sin ninguna
experiencia en gestión municipal.
Pero
no perdemos las esperanzas de que esta realidad cambie, está en nuestras manos
el cambio real de los destinos de nuestro pueblo, la indiferencia que ha estado
viviendo la población ante todos estos escándalos de corrupción, de
manipulación de dirigentes, la tenemos que motivar para que vuelvan hacer la población
activa que tenía nuestro puerto querido, y esa tarea recaerá en la nuevas
generaciones de jóvenes que ya se están organizando dentro de las
universidades, dentro de las parroquias y en grupos privados, movimientos
juveniles como CJICS, IFOSOCJ, Juventud Decidida y Resistencia Juvenil,
que se organizan motivados por la renovación de cuadros, soñando en hacer una
ciudad mejor, con líderes que sean ejemplo de personas, ya sean como
ciudadanos, como profesionales, como padres de familia.
IMAGÍNATE UN PERÚ, EN EL QUE PODAMOS SER FELICES,
PODAMOS
ECHAR AL VUELO NUESTRA IMAGINACIÓN…
Y PODAMOS
EJERCER NUESTROS DERECHOS…
ESE ES EL
PERÚ QUE QUEREMOS.
Javier Diez
Canseco
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