Larry Ormeño Cabrera

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Mokewa / Puerto de Ilo, Peru
Abogado, Activista de los DDHH, Demócrata.

jueves, 6 de junio de 2013

CANON = CORRUPCIÓN

PARTICIPACIÓN CIUDADANA, CANON MINERO Y CORRUPCIÓN

                        Por: Larry Ormeño

Vienen a mí los recuerdos de niño, cuando era testigo de las grandes faenas populares que realizaban los vecinos del pueblo joven John F. Kennedy, faenas populares que lideraba nuestro alcalde de ese entonces, siempre en compañía del sacerdote jesuita Padre Santiago Vallebuona.

Faenas populares, que se realizaban los sábados y domingos, en la construcción de los malecones de Kennedy, en la construcción de la Iglesia y entre otras infraestructuras en beneficio del barrio; nuestros padres se encargaban de realizar las mezclas de cemento para el techado, las madres en preparar los refrigerios, y los niños nos encargábamos de repartir dichos refrigerios.

Recuerdos que al ser leído, traerán sentimientos de melancolías a pobladores de Miramar, Alto Ilo, que también vivieron esas lindas experiencias donde se forjaban un futuro provisorio en nuestro puerto de Ilo.

Faenas populares que se realizaban porque la comuna ileña, entendía que la unidad del pueblo era la base para  construir nuestra ciudad, en esos tiempos no existía el canon minero, y la comuna sobrevivía con los escasos impuestos de la población y de los mínimos recursos que provenían del gobierno central, por tal motivo se entendía que el desarrollo de Ilo era tarea de todos y todas.

Siempre mencionamos las gestiones del Médico Julio Díaz Palacios y Ernesto Herrera, hombres de izquierda que siempre serán recordados por que iniciaron el verdadero desarrollo de Ilo, dejándonos el primer Plan de desarrollo de nuestra ciudad; a pesar de los errores que hubo con la última gestión del recordado Alcalde Ernesto Herrera Becerra, quien dejó abandonada la Municipalidad de Ilo, por irse al Congreso de la República  abandonando a su suerte el municipio, y recayendo tremenda responsabilidad, en su primer regidor que no vale la pena mencionarlo, porque quedo en el olvido como si nunca hubiera dirigido el municipio de Ilo, ya que no tenía ninguna visión de gestión municipal y solo sobrevivió los días de gestión que quedaba al frente del municipio.

Jorge Mendoza Pérez, siendo Bachiller en Ingeniería, cuando ingresa a la municipalidad de Ilo, no tuvo que crear nada, los gobiernos de izquierda que le antecedía, le dejaron las bases que se constituía en un Plan de Desarrollo de nuestra Ciudad, y que solo tuvo que ejecutarlo, encontró a un personal municipal de funcionarios especialistas y con gran experiencia en gestión municipal, y como municipio éramos una referencia nacional en participación ciudadana, por la implementación del Presupuesto Participativo, la creación de los comités de vigilancia, entre otras novedades.

Y para la buena suerte del ex alcalde Jorge Mendoza Pérez, quién se encontró con una caja municipal repleta de dinero, gracias al CANON MINERO, con lo que se le hizo fácil su gestión municipal populista y solo tuvo que seguir la ruta del Plan de Desarrollo elaborada entre las dirigencias de bases y las gestiones municipales de esos años.

Pero la presencia del canon minero, cambio la perspectiva de visión de nuestra ciudad, aquella ciudad donde teníamos una población unida, donde los locales comunales eran los espacios públicos de debates entre vecinos donde reinaba la tolerancia y el respeto a las ideas y propuestas de los demás ciudadanos; pero hoy todas esas prácticas democráticas se han perdido, vemos dirigentes que a la vez son trabajadores de la municipalidad, que demuestran intereses a favor de la gestión municipal para poder seguir manteniendo sus puestos de trabajo, la de ellos y la de sus hijos, se vienen realizando malas prácticas dirigenciales, y toda esta prostitución dirigencial, la creo la gestión de Jorge Mendoza Pérez, hoy sentenciado por el delito contra la administración pública en la modalidad de colusión impropia.1

Pero estas malas prácticas de la manipulación de las dirigencias barriales, se han mantenido e incluso fortaleciéndolas, con esta gestión del Profesor Jaime Valencia “FOSFORITO”; quien decepciona las esperanzas de la población de poder volver a tener una gestión honesta, transparente y democrática.

Pero quienes hemos conocido a fosforito, un profesor líder, que se ganó el respeto y cariño de varias generaciones que fueron sus alumnos, y hoy padres de familia, lamentamos que su prestigio se haya ido por la cloaca, unos dirán que su desprestigio fue porque el poder lo cegó, y como otros creemos que su pésima gestión fue por error de confiar ciegamente en funcionarios sin ninguna experiencia en gestión municipal.

Pero no perdemos las esperanzas de que esta realidad cambie, está en nuestras manos el cambio real de los destinos de nuestro pueblo, la indiferencia que ha estado viviendo la población ante todos estos escándalos de corrupción, de manipulación de dirigentes, la tenemos que motivar para que vuelvan hacer la población activa que tenía nuestro puerto querido, y esa tarea recaerá en la nuevas generaciones de jóvenes que ya se están organizando dentro de las universidades, dentro de las parroquias y en grupos privados, movimientos juveniles como CJICS, IFOSOCJ, Juventud Decidida y Resistencia Juvenil, que se organizan motivados por la renovación de cuadros, soñando en hacer una ciudad mejor, con líderes que sean ejemplo de personas, ya sean como ciudadanos, como profesionales, como padres de familia.

IMAGÍNATE UN PERÚ, EN EL QUE PODAMOS SER FELICES,
PODAMOS ECHAR AL VUELO NUESTRA IMAGINACIÓN
Y PODAMOS EJERCER NUESTROS DERECHOS…
ESE ES EL PERÚ QUE QUEREMOS.
Javier Diez Canseco


1.El Código Penal peruano en el artículo citado, describe en qué consiste el delito de colusión
desleal, conceptuándolo como aquel acuerdo que en el marco de contrataciones estatales y
Liquidaciones, realizan el funcionario o servidor público competente con terceras personas
(interesados) con el fin de defraudar al Estado.
En igual sentido la Primera Sala Permanente en su R.N.N° 1382-2002-Puno, 5 de mayo del 2003, resolución hallada en SALAZAR SANCHEZ, Nelson, Delitos contra la Administración pública. Jurisprudencia Penal, Lima, Jurista Editores, 2004, p. 155.


 


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